Seguidores

lunes, 14 de diciembre de 2009

Quien se llevo mi queso

Lunes 14 de diciembre de 2009


Quien se llevo mi queso

En un laberinto conviven 2 ratoncitos y dos hombrecitos. Todas las mañanas, los cuatro personajes recorren el laberinto en busca de “queso”. Los ratoncitos parten más temprano calzados con zapatillas de correr, en busca de su alimento. Más tarde parten, muy tranquilos y sin ningún equipo especial, los dos hombrecitos. Diariamente las dos parejas se alimentan con gran abundancia en el mismo lugar, “la estación de queso C”.

Gradualmente uno de los ratoncitos se va dando cuenta que el queso es de peor calidad y además, comienza a escasear. Mientras tanto los hombrecitos no detectan nada. Así llega el día en que la “estación de queso C”, está completamente vacía! Los ratones, poco sorprendidos, alistan sus zapatos y comienzas a recorrer el laberinto en busca de queso. Mientras tanto los hombrecitos se sienten completamente por la novedad y se paralizan, día tras día van al mismo lugar en busca del queso que ya no existe. Al cabo de varios días, uno de ellos decide hacer algo al respecto y comienza a preparar su calzado, mientras el otro se opone y grita que no quiere “otro queso” quiere que le devuelvan “su queso”. Después de tratar infructuosamente de convencer a su compañero, el primer ratoncito decide tomar el control de su destino y salir a buscar nuevas formas de obtener queso.

A pesar de que durante los primeros días la búsqueda es totalmente infructuosa, el ratoncito se siente animado y contento, comienza a imaginar nuevos tipos de queso y a disfrutar con la búsqueda y el cambio que esta trae aparejado.

“Hasta que uno no se compromete con su visión, hay vacilación, la posibilidad de echarse atrás, inefectividad permanente. En lo que respecta a todos los actos de iniciativa y creación, hay una verdad elemental, cuya ignorancia mata incontables ideas y planes espléndidos: en el momento que uno se compromete, la providencia también lo hace. Ocurren entonces todo tipo de cosas positivas, que de otra manera nunca hubieran ocurrido. De la decisión nacen una serie de hechos, que ponen a favor de uno incidentes fortuitos y asistencia material que ningún hombre hubiera soñado con obtener”. Nuestro personaje comienza a encontrar algunos pedazos de queso esparcidos por aquí y por allá, y va a buscar a su amigo que seguía quejándose y que se niega rotundamente a cambiar.

Hasta que un día descubre la “estación de queso N”, un lugar maravilloso repleto de exquisito queso y, donde hace ya bastante tiempo, comen los dos ratoncitos.

El aprendizaje sobre el cambio Esta historia trata de las diferentes formas en las que las personas reaccionan ante el cambio. Este siempre trae incertidumbre y temor, por eso tratamos instintivamente de evitarlo, pero el cambio ocurre y es inevitable. Así que ante lo inevitable parece mejor guiarnos por lo que aprendió nuestro personaje en su laberinto: reaccionar, adaptarnos, buscar alternativas, actuar rápidamente y tratar de disfrutar la aventura de buscar nuevos horizontes. Pero además hay otro detalle tan importante como adaptarse al cambio y es anticiparse al mismo, por eso hay que “oler” periódicamente el queso y ver si no se está poniendo viejo.

Publicado por escaleras al cielo en 14:48 0 comentarios

No hay comentarios:

Publicar un comentario